Todos deberíamos dejar de pretender ser personas ante los los demas, y verdaderamente ser, ante los demas, lo que realmente somos ante nosotros mismos.
De este modo se acabaría ese trato idiota entre personas que aparentan ser normales, tanto antes, durante y después de conocerse. Basta de mantener relaciones personales, basadas en supuestos principios éticos y morales, los que pareciesen permitir a cualquier individuio tener el poder para dirimir entre lo que es normal y lo que no, en cualquier sociedad.
....¿Qué es lo normal? ¿Quién lo establece? ¿Es algo general?...
O simplemente es que cada uno puede dilucidar, a partir de sus propios criterios, lo que es normal o nó?
No se puede saber específicamente, si todavía existe gente que sigue fingiendo, creyendo y viviendo en base a conceptos éticos y morales no comprobados a nivel general en toda sociedad.
De esta forma es que acoto que debemos acabar ya con estas ficciones pretenciosas que sirven como pantalla para mostrar que uno es normal frente a los demas; cuando en realidad eso no es más que una herramienta que usamos para prejuzgar a los otros. Y se justifica asi, que la normalidad sólo existe si nosotros la podemos, y la queremos ver.
Y nunca tenemos en cuenta que, a nivel de normalidad, las personas pueden ser medibles, pero serán dificilmente verificables.
Solo me refiero a personas. Y no a situaciones que pueden ser consideradas anormales o insolitas, debido a que suceden en un contexto, fuera de lo habitual, usual o frecuente, de esa situacion, ect.
Maite Brunswig